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sábado, 17 de agosto de 2013

Rise of the Runelords

Si ya has jugado o estás jugando esta campaña, enhorabuena.
Si no lo has hecho y te gusta el mazmorreo bueno de toda la vida, ya estás tardando.

Esta magnífica campaña de Paizo nos ha dado muchos momentos inolvidables durante más de un año de juego. La comenzamos con la versión para 3.5 y la finalizamos en Marzo de este año, ya con la edición aniversario adaptada al reglamento de Pathfinder.

Bondades de la campaña aparte, el motivo de esta entrada es otro. Resulta que en el final de la misma, el último enfrentamiento de los personajes contra el adversario más esperado se desarrolla en un entorno muy interesante y no demasiado grande, por lo que me animé y construí un pequeño escenario en tres dimensiones con algo de chapón, cola y paciencia. Algunos ya habréis visto el vídeo porque lo colgué en facebook hará cosa de un mes, esto es lo que construí:


El caso es que ahora mismo está cogiendo polvo en lo alto de un mueble porque no quiero desmontarlo ni tirarlo. Seguro que alguno de los que estáis leyendo esto jugáis esa campaña o conocéis a alguien que la está jugando de modo que aquí va mi ofrecimiento: pedídmelo.

No se como nos las apañaremos, según dónde viváis lo mismo lo tenemos casi imposible, pero seguro que se nos acaba ocurriendo alguna forma, aunque sea dando saltos de friki en friki hasta que llegue a vuestras manos. ¿Qué es lo peor que puede pasar? :)

lunes, 12 de agosto de 2013

Disfrutando las TdN2013

Menudo fin de semana he pasado. Fantástico.

Hace un montón de años que no me iba "de jornadas". Desde que las CLN dejaron de existir, concretamente. Tras ocho veranos consecutivos acudiendo a todas (Avilés, Ponferrada, etc, etc... ya sabéis), mis únicas experiencias roleras fuera de nuestro grupo de juego habitual se habían limitado a escapadas de un solo día a las TdN otros años (por la cercanía, más que nada). Pero este año me apetecía . La cosa se puso definitivamente de cara cuando mi buen amigo Verzobias también se decidió a bajar y, no contento con eso, me invitó a alojarme con él a cuerpo de rey (¡que grande eres!).

Por motivos logísticos nuestra experiencia Tedeenera comenzó el viernes en torno al mediodía, tras llegar, inscribirnos (recibiendo acreditación, chapa y camiseta conmemorativa) y dejar todo acoplado en el hotel. Como ya no eran horas de apuntarse a nada, decidimos emplear la mañana en visitar cuanta tienda y stand se nos pusiera a tiro y así, de paso, comenzar a saludar a gente a la que teníamos ganas de poner rostro. En el hotel mi amigo y colega me obsequió con una sorpresa que me encantó: una camiseta con mi nick y el logo de Shad20wrun, para no pasar desapercibido :)


Por supuesto él no se quedó atrás y se dedicó a publicitar algo que está escribiendo y que, quien sabe, lo mismo un día veremos publicado... 



La primera parada obligada fue en el stand de Nosolorol Ediciones. Como muchos ya sabréis, los amigos de Nosolorol tuvieron a bien publicar mi campaña autojugable "El judío errante", pero aún no habíamos tenido ocasión de conocernos en persona. Fue un gustazo poder charlar por fin cara a cara con Pedro J. Ramos, y Manuel J. Sueiro, además de conocer a otros amigos y colaboradores de la editorial. Por supuesto no dejé pasar la oportunidad de hacerme con mi ansiado ejemplar de "Estrellas Anónimas", creado por los geniales chicos de El Autómata y publicado en papel gracias a la colaboración entre ambas entidades. Una lectura altamente recomendable que os sugiero que no dejéis pasar.




El paseo por los diferentes puestos del pabellón fue un poco decepcionante, ya que no había más rol en ninguna parte. Todo juegos de mesa, algunos dados y camisetas y tan solo las excelentes miniaturas de Tercio Creativo y su juego de escaramuzas 1650 a Capa & Espada. Continuamos nuestro paseo ubicando las demás instalaciones y en uno de los trayectos hicimos una parada técnica para saludar a tres rostros que me sonaban de las redes sociales roleras y así fue como conocí en persona a Athal Bert, José Valverde e Ignacio Muñiz, con el que luego coincidiría en mi primera partida de rol de las jornadas.

La hora del bocadillo se nos echó encima y nos acercamos al comedor a recoger nuestra bolsita de picnic. Nos hubiera gustado mucho poder disfrutar del comedor pero, según nos explicaron, existían complicaciones de logística para ofrecer ese servicio a los que nos alojábamos en hoteles, aunque fuera de los que proporcionaba la organización y te convertían en Tedeenero de pleno derecho. El caso es que el par de bocadillos, refreso, agua y fruta estaban bastante bien y, al fin y al cabo, a lo que habíamos ido era a jugar. De modo que tras comernos los bocatas muy a gusto debajo de un árbol, emprendimos camino hacia la recepción nuevamente para dedicarnos a una de las actividades que todo el mundo prueba en las TdN año tras año: hacer cola :)

Y es que es inevitable, si quieres jugar a tu actividad favorita, tienes que llegar antes que el resto de aficionados. La verdad es que el viernes tuvimos suerte porque nuestra intención era jugar a Apocalypse World, juego que acaban de traducir y publicar en español la gente de Conbarba, pero cuando llegamos a la cola ya doblaba la esquina (ese punto de referencia moral que indica que estás más cerca de cagarla que de lograrlo). Aun así, como ya digo, mucha suerte y pillamos plaza para jugar. Además en la cola se nos unió un montón de buena gente y así puse rostro también a Sendel, quien me obsequió con la segunda chapa de las jornadas, la de Tesoros de la Marca.

La partida se desarrolló en la sala que Conbarba tenía asignada para todas sus actividades y en la que también tenían a la venta sus productos, por lo que me llevé la alegría de poder comprar algo más de rol. En la partida coincidimos con tres estupendos jugadores, pero me hizo especial ilusión compartir mesa de juego con Ismael Diaz Sacaluga, autor de varios productos que tengo y he disfrutado jugando (en especial la magnífica "Cazadores de Leyendas") y de otro que tendré en cuanto salga a la venta: Dreamraiders. La partida estuvo bastante bien, aunque tuvimos que dejarla por falta de tiempo en un punto en la que la vida de uno de los personajes estaba cerca de finalizar de la peor manera posible. Nos reímos una barbaridad con las locuras de Omar el Iluminado, un personaje con el que no me gustaría encontrarme en la vida real :)



A pesar de que no pude probar todo lo que quería el sistema de juego de Apocalypse World y que aún tengo dudas de si tendrá éxito en mi mesa de juego, decidí comprarlo para darle una buena lectura en profundidad y, como no soy de quedarme a medias, me llevé también un ejemplar de No te duermas y unos bonitos dados Fudge que andaba buscando. Como premio por comprador compulsivo fue obsequiado con una libretita apocalyptica y una chapa que añadí a las que ya me habían dado la organización de las TdN y Sendel.



Para la noche el plan pintaba regular porque haciendo gala de un despiste insuperable, tras tragarnos la cola de la tarde nos habíamos apuntado a las actividades de la tarde... ¡¡pero no de la noche!!. Terrible error que pagamos quedándonos sin plaza para jugar a rol. Aun así decidimos que merecía la pena sentarse alrededor de la partida de Dreamraiders y ver al maestro Sacaluga en acción. Pasamos más de una hora absortos en su narración, su forma de conducir la partida y atraer a los jugadores. Llevo veinticinco años dirigiendo a rol y en ese rato comprendí que puedo hacerlo mejor todavía :)


Al final decidimos ir a acostarnos sin ver el final de la partida, en parte porque estábamos bastante cansados (sobre todo Verzobias, tras currar, dar dos cabezaditas en su casa y meterse 600 kms desde Madrid a las jornadas) y en parte porque Verzobias quería jugar al día siguiente esa misma aventura que Ismael iba a dirigir de nuevo por la tarde. Pero la noche todavía nos guardaba una última sorpresa... subíamos las escaleras a nuestro cuarto del hotel cuando un detalle llamó nuestra atención, un elemento situado sobre unos libros en una estantería repleta de ellos que el hotel tiene a disposición de sus clientes. Allí, reposando sobre literatura (lo cual resultaba paradójico, como ahora veréis), descansaba esto:


No sabría explicar qué hacía eso ahí, pero era un brazalete, con su velcro y sus presillas - cosa que comprobó Verzobias, que a mí me daba grima hasta tocarlo -, flipando nos quedamos. Más aún cuando al día siguiente, misteriosamente, había desaparecido de la estantería (póngase aquí música tenebrosa).

Tras una noche de merecido descanso comenzó un sábado muy especial para mí. El resto de nuestro grupo de juego habitual, con un par de notables excepciones por causas de fuerza mayor, venía a pasar el día como visitantes a las jornadas. Eso incluía a mi mujer y a mi hija de ocho años, totalmente entusiasmada por venir a sus primeras "jornadas frikis", como se pasó la semana contando a sus amiguitos y amiguitas :)

Tengo que decir que es la primera vez que mi mujer, jugadora desde hace muchos años, pisaba un evento de esta magnitud. Mi ilusión era que tuviera la ocasión de dar con buenas partidas y disfrutar de un ambiente que a mí me encanta, de modo que para facilitar esa labor yo me iba a encargar de proporcionar esas mismas horas de diversión a mi hija. Por supuesto comenzamos con rol y la peque y yo nos inscribimos a una partida de "La Torre de Rudesindus". Nos lo pasamos genial y tanto Jordi (el máster) como el resto de jugadores adaptaron ligeramente el tono de la partida a la presencia de, probablemente, la jugadora de rol más joven de las jornadas (es cierto que había niños más pequeños, pero no vi a ninguno roleando, quizás me equivoque). Por supuesto mientras todos escogíamos nuestros lutines de entre los que el máster nos proporcionaba, mi hija sacaba su propia ficha, traída desde casa de la única vez que habíamos jugado anteriormente.

Tras dos horitas de rol, organizando el cumpleaños de Rudesindus a pesar de las constantes interrupciones de su madre, la vieja Baba Yaga, nos marchamos a hacer tiempo dando un paseo por el pabellón grande - donde aproveché el 3x2 de Tercio Creativo y me hice con tres magníficas miniaturas que utilizaré en mis partidas de Alatriste - y luego a la sala de los juegos de mesa. Pasamos un buen rato entre cartas y piezas de colores hasta que el resto del grupo terminó sus partidas de rol y nos organizamos para repartirnos entre hacer cola y conseguir unos bocadillos para comer. Tengo que decir que todos ellos se repartieron entre las dos partidas de "La Mirada del Centinela" que había programadas para la mañana y que se lo pasaron en grande, aunque alguno no terminó demasiado feliz con el personaje que había escogido - es duro llevar la CentiVan por Betlam.

Tras un par de horas de charla, comida y hacer cola, comenzamos a repartirnos en las actividades de la tarde. Mis amigos se repartieron entre Dark Heresy, Fragmentos y Dreamraiders (que Verzobias consiguió su deseada plaza como jugador). La partida de Dark Heresy tuvo sus altibajos (más bajos que altos, según me han contado), la de Fragmentos fue muy divertida de jugar (merced a un grupo de jugadores muy implicados que dieron bastante vida a una partida bastante sencilla) y Verzobias disfrutó como un enano ante una veta de oro y un barril de cerveza espumosa. Por supuesto esta vez no se nos pasó lo de la noche y Verzobias y yo nos apuntamos a - otra - partida de Dreamraiders. Para la tarde, me inscribí con mi hija en el taller de fabricar zapatitos con goma eva :D

Tengo que decir que al principio me sentí como un intruso cuando entramos al taller: allí había cuatro señoras - más una quinta que se unió después - y una chica joven, aparte de mi pequeña. Yo desentonaba como un troll en medio de hobbiton. Pero la verdad es que, tras romper el hielo, cuando comenzamos a recortar plantillas y pegar trozos de goma eva, la cosa se volvió entretenida. Mi hija escogió los diseños y se dedicó a modificarlos a su gusto y, entre ambos, terminamos creando una bonita zapatilla de deportes y fabricando un llaverito con los patrones del taller que habían hecho la noche anterior.


Cuando terminamos, como todavía quedaba rato para que finalizaran las partidas de rol, nos pusimos a hacer tiempo. Paseábamos camino a la sala de juegos de mesa cuando nos detuvimos en una sala en la que estaban haciendo una demostración de Stacking. Si, yo tampoco tenía ni idea de qué era. Resulta que se trata de un deporte que consiste en fabricar pirámides con vasos de plástico. Deporte, si. Con campeonato del mundo de stacking incluido. Flipadlo con esto....


Tengo que decir que pasamos más de una hora allí dentro, absolutamente enganchados a esta pamplina fascinante. Es una actividad que requiere de mucha coordinación y que para los niños me parece absolutamente fantástica. Para que os hagáis una idea de la tremenda dificultad de lo que aparece en el video anterior, os diré que, tras un montón de intentos, mi mejor tiempo en hacer lo mismo que esa cría rubia, fue de casi 26 segundos. Por supuesto le regalé a mi pequeña un juego de vasos de stacking comprados a Speed Stacks España. Seguiré practicando, ya os avisaré (o colgaré un video) si soy capaz de bajar de veinte segundos :P  (mientras escribo esto, estoy escuchando de fondo el sonido de los vasos... mi hija sigue practicando :D)

Tras abrazos, besos y despedidas, Verzobias y yo volvimos a quedarnos solos y nos dispusimos a disfrutar de lo que terminó convirtiéndose en el momento de las jornadas: la partida nocturna a Dreamraiders. Nos acompañaron a la mesa David y Borja, dos tipos encantadores que lo dieron todo en la partida. El juego promete una barbaridad, su premisa de partida, la ambientación que Ismael ha creado, un sistema de juego en el que el director de juego no tiene que tirar dados.... lo tiene todo para triunfar, pero está claro que será difícil que nadie lo dirija como lo hace su creador, el cual respira la ambientación por todos sus poros. No contaré nada de la trama y no me voy a extender en muchos detalles, solo os diré que es una noche que recordaré entre mis mejores experiencias roleras y que, por si misma, ya habría hecho que mereciera la pena la estancia en las jornadas. Desde aquí doy las gracias a David, Borja y, sobre todo, a Ismael por el regalazo de noche que nos llevamos Verzobias y yo.

El Domingo amaneció tras apenas cuatro horitas de sueño, pero ilusionados porque había un montón de buenas partidas a elegir, todas de juegos que estaba deseando probar. Nuevamente nos pusimos a hacer cola, rodeados de frikis soñolientos y agotados... todos excepto uno, otro de los descubrimientos de las jornadas: Miguel Ángel, un malagueño incombustible que decidió que la cola era un buen sitio para divertirse y al que me uní en su intento de arrastrar a todo el mundo a que, minutos antes de abrir las puertas para las inscripciones, nos pusieramos a cantar "Los tedeeneros de diez en diez, ua! ua!!...", todo ello con este agradable toniquete de fondo...


Como podéis imaginar hubo quien se animó y cantó (los menos), hubo quien hizo algunos coros aportando "nunús" y algún "uá!" con bastante ánimo (poquitos también) y el resto nos miró con una mezcla de pena, compasión, vergüenza ajena y ganas de unirse. El caso es que Miguel Ángel y yo, junto a unos pocos valientes, mantuvimos el tipo durante tres o cuatro minutos, hasta que las puertas se abrieron, tal y como habíamos acordado, porque ¿si no se divierte uno con tonterías como ésta, con qué lo vamos a hacer? Eso si, nos hemos prometido que el año que viene lo haremos desde el primer día para, como mínimo, que la gente se vaya con la "puta cancioncilla" en la cabeza :D

La partida que conseguimos para el domingo fue de otra de las futuras novedades de Nosolorol Ediciones. Una ambientación llamada "Reflejo", de la que algunos habréis escuchado hablar pues fue autoeditada hace unos cuantos años. Se trataba de una partida corta a modo de introducción creada y dirigida por su autor, Jordi, el mismo que había dirigido el día antes a La Torre de Rudesindus. No se si fue la partida, el cansancio o qué, pero tengo que admitir que tras un par de horas estaba tremendamente aburrido y desconectado, a Verzobias le pasaba lo mismo. Me parece que la ambientación tiene mucho potencial, aunque el reflejo oscuro de nuestro mundo me da la sensación de que está un poco recargado, con demasiados detalles y un gran número de facciones a las que los personajes jugadores pueden pertenecer. Como digo, no se la razón de que aquello no cuajara y hasta que no salga el juego no voy a entrar en más valoraciones pero, la verdad, es que no me divertí nada.

Tras darnos una vuelta cortita y saludar gente, regresamos a hacer cola (ua! ua!). Verzobias ya no iba a jugar por al tarde porque tenía que salir de vuelta hacia Madrid, pero se quedó de charla y haciéndome compañía hasta que empezó la última partida de mis jornadas: La mirada del Centinela. Tenía clarísimo que no iba a ser el único de mi grupo de juego que no recorriera las calles de Betlam City y tuve oportunidad de meterme en la piel del único hombre que ha pertenecido a todas las formaciones del Centinela desde que el señor Wayland se puso el casco por vez primera: Leo Szilard, el genio tras el héroe.


Fue una partida muy divertida, con un grupo de jugadores con muchas ganas de divertirse y un director de juego que conocía la ambientación a la perfección (no en vano está escribiendo uno de los futuros suplementos). Lo pasamos muy bien y fue un broche final magnífico para una jornadas que han colmado todas mis aspiraciones. El año que viene repetiremos, sin duda, y esta vez es probable que acudamos la familia al completo :)

Gracias a la organización por el esfuerzo que hacen año tras año y a tí, por leer hasta aquí :)

Darok.-